Bajo un manto aterciopelado salpicado de
estrellas y luna
navego en tu mar
de caricias,
mi boca sin prisa ninguna escribe en tu
espalda desnuda
los días que no estuviste a mi lado.
Mis manos se inquietan y se enroscan en tu
serpiente
manos que
suben y bajan
tu serpiente en mi boca se convierte en roca,
mi lengua te enrosca, boca que sube y baja
recordando las noches de agonía en que no
habían estrellas ni Luna
y mi alma sin tu amor se moría, en esas
noches en que desnuda
mi Rosa carente de tu agua sufría y tu no
estabas a mi lado.
Tu serpiente busca mi humedad,
mis piernas se enroscan en tu espalda
desnuda
y en tus besos entierro mi soledad
Tu serpiente se hunde en mi arcilla
despacio busca mi semilla
sale y entra, adentro afuera.
Envueltos en un manto de caricias en medio
de estrellas y luna
cada vez más de prisa entras y sales.
Tu serpiente busca mi profundidad para
dejar más humedad
y en un grito cuento los días que no
estuviste a mi lado.
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